by Chef Paulo Machado – en referencia al Viaje Gastronómico Pantanal
Tan delicioso como comer lo que producimos es aprender sobre ese alimento o ingrediente detrás de una receta. En tiempos de confinamiento, quedarse en casa para prevenir el coronavirus, cocinar se ha convertido en un hábito en cuarentena. No es que la comida a domicilio esté condenada. Lejos de eso, no todos quieren o tienen vocación de cocinar a diario.
El Pastel Souza o Chipa Frita es un manjar del Pantanal. Producido en varias regiones de MT y MS y también en Paraguay, y eso puede ser una receta muy fácil para estos días poco convencionales.
Es en el país vecino donde la chipa (o chipá) se convierte en un plato fundamental en la cultura alimentaria, cuya larga tradición registra más de 80 tipos. En Paraguay hay variaciones que van desde distintos crujientes y formas, hechas con los ingredientes más diversos, tan diferentes como el maní y las semillas de anís. Los chipas están hechos con almidón de yuca, maíz, queso fresco, huevos, manteca, mantequilla y leche. A veces se rellenan con carne molida o vegetales.
El término chipá se ha encontrado en los diccionarios guaraníes desde el siglo XVII, utilizando la palabra tipá, definida como pastel de harina y aceite, esta y otra información sobre la historia y cultura de la gastronomía regional que se aprende durante Food Safari Pantanal ( Viaje Gastronómica Pantanal)
En Mato Grosso do Sul, tienen diferentes formas: están hechas en forma de bolas, redondas o de herradura, las más comunes. Adapte esta receta basada en las enseñanzas de la cocinera Doña Celeide, quien trabajó durante muchos años con mi familia, en la granja de Santa Helena.
Ingredientes:
1 kg de almidón de yuca
500 g de queso rallado
6 huevos
1 taza de leche hirviendo
1 taza de crema de leche
1 pizca de sal
aceite para freír o manteca
Modo de preparar:
En un tazón, escalde el almidón con la leche hirviendo. Agregue el queso, los huevos, la crema y la sal. Amasar bien con las manos, hasta que se forme una masa homogénea.
Enrolle la masa en forma de cilindros, del grosor de un dedo.
Freír los palitos (o rodar y hacer rosquillas) en aceite, por inmersión, a fuego alto. Mantenga una tapa cerca de la sartén y, al freír, protéjase con ella, ya que la masa está muy húmeda y puede «estallar». Servir caliente
* Viaje Gastronómico Pantanal